in

10 cosas que no sabías sobre los aviones y su tripulación

1: La tripulación no apaga los móviles.

Probablemente una de las cosas que más gente pregunta: ¿Realmente hay que apagar el móvil para despegar y aterrizar? Técnicamente se deben poner en modo avión para evitar interferencias en la radio… Aunque la tripulación suele dejar los suyos encendidos. Es más, el despegue y aterrizaje son los momentos favoritos de la crew para chequear Facebook, ya que ningún pasajero les puede molestar.

2: Se trabaja “gratis” con frecuencia.

¿Odias que se retrasen los vuelos? Pues podrás imaginarte cuánto lo odia la tripulación cuando te diga que en la mayoría de los casos, no se empieza a cobrar hasta que se han cerrado las puertas del avión, que es cuando técnicamente empieza el vuelo.

3: Siesta a bordo.

A todos aquellos que os preguntáis cómo hacen las azafatas para trabajar durante un vuelo de 12 horas sin dejar de sonreír… La respuesta es simple: no lo hacen. Y es que en la mayoría de los vuelos largos, existe una pequeña habitación con literas escondida donde pueden echarse una siesta en mitad del vuelo. Así que no te extrañes si de camino al baño te encuentras a una azafata en pijama…

4: Se puede abrir el baño desde fuera.

Si alguna vez vas al baño y parece que quien hay dentro está tardando demasiado… tal vez no haya nadie dentro y las azafatas lo hayan cerrado desde fuera para evitar que lo uses en pleno despegue. Fíjate la próxima vez que subas a un avión y verás que el pequeño letrero de “Push” es en realidad la tapadera de un pestillo oculto…

5: Las mantas no siempre se lavan.

Si al subir a un avión te preguntas por qué algunas mantas vienen en una bolsa de plástico y otras no, la respuesta es simple: en muchas aerolíneas, se usan las mismas mantas a la ida y a la vuelta de un mismo vuelo. Y, créeme, no quieres saber las cosas que he visto a los pasajeros hacer con las mantas. Así que, si yo fuera tú, me aseguraría de que la mía estuviese sin abrir…

6: Un toque de sal.

Tal vez te arrepientas de leer esto, pero por si te picaba la curiosidad: la comida que servimos en el avión ha sido precocinada y congelada, para después ser recalentada en el horno del avión. Además, los platos llevan cantidades altísimas de sal para compensar la pérdida de sensibilidad que sufren tus papilas gustativas al volar.

7: El wáter está más limpio que tu mesa.

No es ningún secreto que los aviones son lugares sucios. Es más, seguro que alguna vez te has encontrado un chicle pegado al asiento de delante…
Pero lo que tal vez no sepas es que la taza del váter probablemente esté más limpia que la mesa plegable donde comes, ya que éstas no se suelen limpiar después de cada vuelo y algunos padres se empeñan en usarlas para cambiar pañales. Así que, la próxima vez, tal vez quieras pasarle una toallita antes de echarte a dormir en ella…

8: Tú carne y yo pescado.

Nadie quiere quedarse sin pilotos en medio de un vuelo. Es por eso que, para evitar sufrir una doble intoxicación, los dos pilotos no comen nunca lo mismo. Normalmente, el comandante elige una opción y el primer oficial se come la opción que queda. Es eso, o aterrizar desde el váter…

9: El comandante es el rey.

Y es que el qué comer no es lo único que decide. Una vez cerradas las puertas, él es quien puede ordenar que te inmovilicen o decidir dar la vuelta si alguien está muy enfermo. Incluso puede conceder a alguien a punto de morirse sus últimos deseos…

10: ¿Té o café?

La próxima vez que oigas ésta pregunta, tal vez te lo pienses dos veces antes de aceptar. Y es que el agua que se usa en los aviones para el café e infusiones viene del mismo tanque que el agua del lavabo. Un tanque que nadie sabe si alguna vez se ha llegado a limpiar…

BANHPROVI financiará a pequeños comerciantes

Hondureño intenta suicidarse por sus deudas