Redacción
Entre ellos sobresalen agricultura, turismo, industria y comercio, los cuales juegan un rol importante en la economía nacional y el flujo de las exportaciones, de ahí la necesidad de una producción eficiente, a partir del empleo de las últimas tecnologías.
Paralelo, recomendaron reorientar la función de las instituciones que gestionan las importaciones y exportaciones, revisar sus propósitos e incrementar la calidad, además de establecer una alianza entre el sector público y privado, que viabilice una adecuada y eficiente gestión.
Como caso de éxito en esta estrategia señalaron al sector logístico, el cual representa actualmente más del 25 por ciento del PIB.
Recientemente el ministro de Trabajo y Desarrollo Laboral, Luis Ernesto Carles, reconoció que el bajo nivel de escolaridad y capacitación atenta hoy contra las nuevas oportunidades de empleo en Panamá.
Precisó que entre 2009 y 2014 las plazas de mayor demanda requerían de al menos un octavo grado; sin embargo, hasta el 2022 los interesados en ellas necesitarán tener vencido el nivel preuniversitario (bachillerato), dado el impacto y avance de la tecnología en la mayoría de los trabajos.
Recordó que ‘las empresas serán cada vez más cibernautas, van a tener plataformas digitales, su funcionamiento cada vez más va a ser robótico y necesitarán de un recurso humano que pueda manejar ese recurso artificial’.
Según el titular de Trabajo, de 2014 al 2022 se proyecta un crecimiento en el país en seis áreas laborales, las cuales requerirán de al menos 11 años de estudios para acceder a ellas.
