Editorial
Los investigadores del Estado de la Nación confirmaron que el alza en el precio de los alimentos definitivamente no impacta a todos los hogares por igual.
El informe indica que los incrementos de precios en el 2017 afectaron en mayor medida a las familias de menores ingresos, para los cuales la variación pasó de -0,15 a 2,32%.
De ese porcentaje, el costo de los alimentos explica casi la mitad, con un 1,1%.
A parte de los alimentos, los rubros que más contribuyeron al aumento de precios fueron los servicios de salud, educación, alquiler de vivienda y transporte.
“Las variaciones de precios no impactan a todos los hogares en la misma medida, pues ello depende de los bienes y servicios que consume cada uno”, señala la investigación.
Agrega que mientras los hogares de alto ingreso dedican una mayor proporción de su consumo al transporte, las familias de menores recursos gastan más en alimentos.
Para nadie es un secreto que, durante la discusión del paquete fiscal, el tema de gravar los alimentos de la canasta básica fue uno de los ejes centrales. Al final la tasa quedó en un 1% para esos productos.
Sin embargo, este informe viene a validar que habrá un efecto sobre los más pobres de aprobarse el proyecto.
“Estos resultados confirman que la inflación tiende a incidir más fuertemente en las poblaciones de menores ingresos”, advierte el informe.
OTROS FACTORES
La investigación también analizó otras variables como el tipo de cambio y las tasas de interés como factores a considerar sobre la estabilidad monetaria.
No obstante, durante el periodo de elaboración de dicho texto el dólar estaba en ¢580, mientras que en la actualidad ronda los ¢624.
Lo rescatable es el impacto que también tuvo sobre las reservas del Banco Central durante ese lapso y se enfatiza en la afectación que tienen los hogares a elevarse las cuotas bancarias.
En cuanto a las tasas de interés, se dice que elevarlas contribuiría a reducir todavía más el consumo de los hogares y empresas.
Además, confirma que ya comienza a presentarse una desaceleración del crédito debido a las condiciones de la economía.
Todo esto ha desencadenado en menos ventas, un menor crecimiento de la producción y una caída en la recaudación del gobierno.
