La Magistrada separada del cargo, Blanca Stalling, logró por novena vez suspender la audiencia de etapa intermedia del proceso que se sigue en su contra por los delitos de tráfico de influencias y resistencia al arresto.
El juez décimo penal, Víctor Cruz, aceptó la excusa de la abogada defensora de Stalling, Delmi Castañeda, de no comparecer a la diligencia y programó nuevamente la audiencia para el 6 de febrero. Según argumentó Castañeda, debía presentarse a representar a otro cliente al Tribunal de Mayor Riesgo D.
En este sentido, Stalling dijo que no tenía dinero para contratar un abogado sustituto y se negaba a aceptar que se le designara un abogado de la defensa público penal.
“Si yo no he nombrado a otro abogado, es porque no tengo dinero. Hay situaciones muy difíciles. No creo que haya una persona en este mundo que quiera permanecer un año y medio en prisión, como estuve yo, y ande suspendiendo audiencias porque se le da la gana. Estar en prisión no es andar en Disneyworld”, le dijo al togado.
El Ministerio Público (MP) y la Comisión Internacional Contra la Impunidad (Cicig) se opusieron a que se retrasara el proceso y argumentaron que en anteriores ocasiones se han suspendido diferentes audiencias por excusas presentadas por la defensa de Stalling. Cuestionaron el interés de la defensa por llevar el caso de la magistrada.
Durante su argumentación, Stalling negó que este diluyendo el proceso en su contra. “No me parece justo ni correcto que se diga que maliciosamente se han suspendido audiencias, ¿Cuántas veces han llegado diferentes fiscales y representantes de la Cicig a las audiencias?”, comentó.
#Ahora | Blanca Stalling, magistrada separada del cargo, comparece ante el Juzgado Décimo. Solicita que la audiencia sea suspendida porque su abogada defensora no se presentó a la audiencia. pic.twitter.com/dWOT7tG39u
— Javier Lainfiesta (@jlainfiesta_pl) November 6, 2018
El viaje del expediente
El proceso de tráfico de influencias que enfrenta Stalling ha avanzado poco, porque en cuatro ocasiones distintas, cuatro jueces se han resistido a conocer el caso, argumentando varias razones, entre ellas amistad con la sindicada.
Stalling es señalada de haber presuntamente presionado al juez Carlos Ruano para que beneficiara con una medida sustitutiva a su hijo Otto Molina Stalling, sindicado en el caso de estafa al seguro social conocido como Igss-Pisa.
Inicialmente el caso fue designado al Juzgado Séptimo de Primera Instancia Penal, a cargo de Adrián Rodríguez, pero Stalling lo recusó por dudar de su imparcialidad y esto llevó al juez a inhibirse.
Luego, el caso pasó al Juzgado Octavo, a cargo del juez suplente José Alvarado. No obstante, Stalling logró separarlo del caso alegando que mantiene una amistad con él y que había fotografías de ambos juntos.
El expediente pasó a manos de la jueza Silvia Morales, titular del Juzgado Noveno. Sin embargo, ella se inhibió aduciendo que dudaban de su imparcialidad.