La pareja dictadora, Daniel Ortega y Rosario Murillo, promueven discursos de odio y amenazan con cárcel a quienes se atrevan a expresarse
La hostilidad con la que actúa el Estado de Nicaragua contra los ciudadanos, no propicia un ambiente de reconciliación en el país, aseguró el reverendo Roberto Rojas, secretario general de las Asambleas de Dios.
“La paz no llega como resultado de un decreto, de una ley. No se puede pretender paz en un ambiente de hostilidad que no propicia la tranquilidad de los seres humanos”, aseguró Rojas. El pastor y teólogo explicó que la Iglesia no avala acciones que cercenen las libertades constitucionales.
“La Iglesia nunca va estar a favor de acciones que son injustas. La iglesia no puede estar avalando acciones donde se reprime a la gente y se cercene los derechos de los ciudadanos. La Iglesia siempre será defensora de la vida y de las libertades que la Constitución nos da”, sostuvo el pastor Rojas.
Diálogo auténtico
“En principio el Estado debería de respetar el Estado de Derecho. La ley dice que tenemos derecho a la libre movilización, a la libre circulación; derechos que en este momento no están siendo respetados. Entonces, no se puede pretender paz cuando en una sociedad se violan todos los derechos”, planteó el líder evangélico.
El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo propone un proyecto de Ley de Reconciliación Nacional que sería aprobado en los primeros días de diciembre, pero ha sido rechazado por amplios sectores de la sociedad.
Rojas recomendó al Estado que si tiene voluntad de reconciliar al país debe aceptar un verdadero diálogo nacional.
“Desde mi punto de vista el Estado debe propiciar un verdadero. auténtico y genuino diálogo nacional para que los dialogantes que sean gente representativa de toda la sociedad nicaragüense puedan definir los caminos para construir una paz duradera”, sugirió Rojas, directivo de las Asambleas de Dios de Nicaragua.
Nicaragua vive desde hace siete meses una de las peores crisis socio política de su historia, que ha dejado como consecuencia más de 500 ciudadanos muertos por la represión gubernamental. Miles de nicaragüenses han abandonado el país por la represión policial y paramilitar.
La pareja dictadora, Daniel Ortega y Rosario Murillo, promueven discursos de odio y amenazan con cárcel a quienes se atrevan a expresarse.
“En principio en Nicaragua no tenemos derecho elegir. Yo considero que si hay intranquilidad en la población el Estado debería hacer un referéndum que determine si la población desea que continúen gobernando. Si la motivación del gobierno es servir, pues que acepte que el pueblo lo exprese”, dijo Rojas.
Primero la justicia
El reverendo Norman Marenco, director del Centro Cristiano para los Derechos Humanos (CCDDH), aseguró que no es posible pretender reconciliar un país donde se exige justicia y un alto a la represión.
“La reconciliación no puede llegar sino hay justicia. Yo anhelo la reconciliación, pero esta solamente llega cuando se da un diálogo entre las partes, pero la reconciliación tampoco llega por leyes o decretos”, señaló Marenco.
El pastor y defensor de los derechos humanos explicó que dicho proyecto gubernamental es “una imposición”.
“Es un proyecto de imposición. El gobierno tiene que ver la realidad y para comenzar debe haber un diálogo y en común acuerdo buscar la paz y la justicia, de esa manera se dará la reconciliación”, indicó el pastor Norman Marenco.