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Guatemala tiene un ineficiente gasto en Salud

El sistema de salud de Guatemala es el menos eficiente de Latinoamérica y el Caribe, de acuerdo con el informe “Mejor gasto para mejores vidas”, presentado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). El país ocupa el puesto 69 de 71 países evaluados, entre ellos 22 latinoamericanos. 

Latinoamérica ha tenido avances en cuanto a la cobertura de la asistencia especializada en el parto, así como en la inmunización de la niñez; sin embargo, los esfuerzos no son suficientes y es necesario poner atención en alcanzar a toda la población con salud de alta calidad, lo cual solo es posible con mejores niveles de inversión en el sistema de salud por parte de los gobiernos. Guatemala es el que menos ha mejorado en esos aspectos, de acuerdo a la evaluación.

“Lograr la cobertura universal en salud requerirá no solo más dinero para la salud sino más salud por dólar invertido”, señala el documento.

Entre los países con mal desempeño en los ocho indicadores que el BID evaluó se encuentran Bolivia, Ecuador, Guatemala, Guyana, Panamá y Surinam. En general, los países de América Latina y el Caribe tienen resultados menos eficientes al momento de hablar del acceso equitativo a los servicios.

Salud materna infantil

Entre los indicadores evaluados está la esperanza de vida al nacer, que mientras en países como Chile -el mejor ranquiado de Latinoamérica- tiene una calificación de 1 (el nivel ideal), Guatemala figura con un 0,937, aunque hay punteos más bajo como Surinam con 0,888 y Trinidad y Tobago, con 0,865.

Otro de los puntos evaluados es la atención especializada en el parto, donde el sistema de salud guatemalteco aparece con un 0,641, muy lejos del nivel de eficiencia deseado con relación al gasto.  Más desalentador aún es el 0,420 que se tiene en relación al tema de atención especializada en el parto, al comparar los sectores pobres con otros con mayor acceso a esos servicios en el ámbito privado.

En donde Guatemala tiene un mejor punteo es en el tema de mortalidad de menores de 5 años, pues tiene un 0.981, aunque solo por arriba de Guyana y Bolivia que aparecen ambos con un 0.974.

¿Por qué es ineficiente?

El informe del BID señala que una asignación ineficiente se debe a la selección inadecuada de prioridades, así como falta de guías de práctica clínica, reportes incompletos sobre desempeño y una gobernanza inadecuada del sistema de salud.

Esto se ve reflejado en una combinación poco adecuada o costosa de los profesionales de la salud, pero también a la sobreutilización de procedimientos, pruebas y de equipo médico, según los criterios tomados por el BID para otorgar la calificación.

En el tema de los medicamentos, la ineficiencia también incluye la adquisición de fármacos a precios elevados, la subutilización de otros genéricos, pero también de mala calidad o falsificados. Además del uso desmedido de estos.

En América Latina y el Caribe, según el informe, el gasto farmacéutico, que ocupa buena parte del presupuesto de salud, aumentó un 12% anual del 2013 al 2017, lo que significa un incremento cuatro veces más rápido que en América del Norte y seis más que en Europa, lo cual repercute en la calidad-precio de los fármacos.

Relacionado a la prestación del servicio a la población se menciona la calidad asistencial subóptima y la negligencia médica, el tamaño inadecuado de hospitales, la admisión hospitalaria y la duración de la estancia inadecuada de los pacientes.

La corrupción y el fraude en los recursos financieros también perjudica que los países muestren una ineficiencia en el gasto en salud.

El BID combinó cada uno de estos factores para otorgar las calificaciones y fue ahí donde Guatemala salió menos favorecida, con apenas dos puestos antes de ser el último de los 71 países evaluados.

Adrián Chávez García, analista de Instituto de Problemas Nacionales -IPNUSAC-, menciona que “la prioridad que los Estados dan a la salud se ve reflejado en la asignación presupuestaria”. Refiere que en Guatemala, desde hace 20 años, el peso al gasto público que se ha asigna al sistema público de salud no ha variado, pese a que la población ha crecido, al igual que las demandas por el servicio.

Dado que no se encuentra respuesta en la salud pública, los guatemaltecos se ven en la necesidad de acudir al servicio privado. “El gasto de bolsillo en Guatemala alcanza el 52% en una sociedad ya empobrecida”, agrega el experto .

Reconocen deficiencias

Gustavo Arévalo, viceministro Administrativo del Ministerio de Salud, mencionó que han tratado de mejorar los niveles de atención a la población, con la adquisición de equipo en los hospitales y centros de salud, y así como con el abastecimiento de medicamentos, en comparación con administraciones anteriores; sin embargo, reconoce que hace falta trabajo por realizar en la cartera, como darle mantenimiento a la red hospitalaria y aumentar el personal humano.

El informe del BID contiene cálculos propios elaborados a partir de la base de datos de los Indicadores de Desarrollo Mundial del Banco Mundial, correspondientes a los años 2006 al 2015. Para ellos se utilizó una metodología equiparada en todo el mundo que compara la inversión de salud del sector público y del privado.

En el caso de Guatemala, a criterio de Chávez García, “si se sigue privilegiando la curación, ninguneando la prevención y no se ataca la pobreza, la exclusión y la falta de desarrollo, las posibilidades de mejorar en este tipo de indicadores, serán prácticamente nulas”.

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