El Ministerio Público de Honduras acusó el lunes a un hermano del expresidente Porfirio Lobo Sosa por desvío de recursos.
Ramón Lobo Sosa y Wilfredo Cerrato, el antiguo administrador de Casa Presidencial, fueron señalados por desviar unos 715.000 dólares de fondos estatales. La investigación de ambos casos fue realizada por la fiscalía y la Misión de Apoyo Contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (MACCIH), una comisión especial de la Organización de Estados Americanos (OEA) que desde 2015 ayuda al Estado a combatir la corrupción en el país centroamericano.
Según la acusación, el hermano de exmandatario recibió en 2010 al menos 12 cheques de Casa Presidencial por 350.000 dólares. Él reside en Bonito Oriental, unos 200 kilómetros al norte de la capital, Tegucigalpa.
Se presume que los recursos eran para financiar a un grupo de 11 miembros de la seguridad estatal que protegían al hermano del expresidente.