El Ejecutivo presentó ayer una iniciativa de ley para la concesión del espacio marítimo y terrestre que necesita Energía del Pacífico (EDP) para construir y operar en Acajutla la planta de energía eléctrica que funcionará a base de gas natural licuado (GNL).
La planta de generación se construirá en terrenos propiedad de la estatal Comisión Ejecutiva Portuaria Autónoma (CEPA), arrendados por un periodo de 50 años a EDP. Esta tendrá 378 MW de potencia instalada para cumplir con el contrato de entrega de 355 MW y una línea de transmisión de alta tensión, con 230 kilovoltios (kV), de 44 kilómetros de longitud entre Acajutla y la subestación Ahuachapán de ETESAL.
El proyecto incluye tanques de almacenamiento que estarán sobre un barco anclado que se conectarán a una tubería submarina de 2 kilómetros. “En los últimos meses hemos estudiado los pormenores legales para culminar con la primera concesión del espacio marítimo a utilizar para la materialización del proyecto”, dijo el ministro de Obras Públicas, Eliud Ayala. Agregó que la energía generada con GNL es más barata y más limpia que aquella que viene de las plantas térmicas convencionales de búnker.
EDP había estimado tener la planta en operaciones en 2018; sin embargo, el proyecto se retrasó por un fallo de la Sala de lo Constitucional, que ordenó que las concesiones marítimas fueran aprobadas por el parlamento. Para mediados de 2017, la empresa ya había comenzado a ejecutar una parte de la inversión. Uno de los requerimientos para el avance es la concesión otorgada por la Asamblea, que es lo que el Ejecutivo solicitó ayer.
Según la factibilidad que la Autoridad Marítima Portuaria (AMP) entregó, el proyecto afectará un área de dominio público marítimo terrestre de 660,825 metros cuadrados. La concesión que solicitan para EDP es para 50 años.
Los accionistas de Energía del Pacífico son Quantum Energy, empresa salvadoreña que desarrolló desde un inicio el proyecto, e Invenergy, empresa estadounidense con sede en Chicago y una gran experiencia en el desarrollo de megaproyectos complejos como el de Energía del Pacífico.
El financiamiento del proyecto estará a cargo de la Corporación Financiera Internacional (IFC, en inglés), que es el brazo privado del Banco Mundial, la agencia gubernamental estadounidense OPIC y el conjunto europeo conformado por Finnvera y KfW. Finnvera es la agencia gubernamental de promoción de exportaciones de Finlandia, y KfW, banco alemán.