El gerente general de la Bolsa de Valores de Nicaragua (BVN), Gerardo Argüello, sostiene que al igual como ocurre en las emisiones del sector privado, también el sector público ha resentido la decisión de los inversionistas de no readquirir los bonos.
La Bolsa de Valores de Nicaragua se encamina a cerrar un año gris, con más sombras que luces. Si bien las transacciones terminarán el año en crecimiento, dado al buen desempeño en el primer trimestre, la crisis sociopolítica que estalló en abril pasado provocó que desde junio las operaciones mensuales se mantuvieran en caída libre, comparado con similares periodos del año pasado.
La falta de certeza sobre el rumbo político de Nicaragua y la escasez de liquidez en el mercado nacional como consecuencia de la crisis económica trascendió a las operaciones del mercado bursátil. Algunos de los inversionistas han optado por no renovar sus contratos y han pedido la devolución de su dinero para posiblemente sacarlo del país, admitió ayer el gerente general de la BVN, Gerardo Argüello.
“Hemos tenido en los tres mercados (primario, secundario y reporto) una significativa baja en temas de transacciones y eso obviamente es un reflejo de lo que está pasando en la economía del país… Hay un problema de falta de liquidez y un tema que lo estamos viendo en todo el sistema financiero, como es la disminución de depósitos, así como los depósitos se están disminuyendo en el sistema financiero, en la bolsa las inversiones se están disminuyendo”, explicó el gerente general de la BVN.
A criterio de Argüello, los inversionistas están reacomodando sus portafolios de inversiones y “posiblemente están retirando su plata del país, como está pasando con los depósitos”.
“Es muy probable que en los próximos tres meses sigamos viendo volúmenes de transacciones como las que vimos en los meses de septiembre, octubre y noviembre”, indicó Argüello, quien señaló que dada la incertidumbre ahora es más difícil hacer previsiones más allá de un trimestre.
Noviembre, al igual que los meses anteriores —posterior al estallido de la crisis sociopolítica—, también fue un mes de caída. En ese mes once, se transaron 1,627 millones de córdobas, inferior a los 2,254 millones de córdobas en noviembre 2017 y ligeramente superior a los 1,301 millones de córdobas en octubre de este año.
Según cifras de la Bolsa, entre junio —cuando este mercado cruzó el terreno de lo positivo a lo negativo— y noviembre se transaron un total de 20,042 millones de córdobas, inferior a los 29,545 millones de córdobas en similar periodo del año pasado.
Son las transacciones de entre enero y marzo de este año las que están sirviendo de “colchón” a las caídas de los últimos meses. En marzo, por ejemplo, se transaron 31,638 millones de córdobas. El problema de estas operaciones es que son a plazos de un día.
“Las emisiones del sector privado se han reducido sustancialmente porque gran parte de los papeles o bonos del sector privado que vencen no son renovados, es decir, los inversionistas optan por cancelar la inversión y no vuelven a reinvertir. Entonces los volúmenes que se están colocando de bonos cada vez que vence la emisión son cada vez más pequeños. La mayor parte de los inversionistas toman su dinero y ellos ven lo que hacen con él”, explicó Argüello al referirse al comportamiento de las emisiones del sector privado.
De hecho, Argüello admite que los números arrojan que una parte del dinero de los que transan en la Bolsa se está yendo a portafolios que manejan algunos puestos de Bolsa en mercados pares en el exterior, pero aun siguen siendo montos muy pequeños, “no representan creo que ni el 5 por ciento de la plata que se ha retirado” del mercado bursátil.
Gobierno afectado
Argüello sostiene que al igual como ocurre en las emisiones del sector privado, también el sector público ha resentido la decisión de los inversionistas de no readquirir los bonos.
Por ejemplo, indicó que según cifras de la BVN públicas en el sitio web de este gremio, en abril de este año el Ministerio Hacienda y Crédito Público tenía colocados en bonos 425 millones de dólares, pero al 23 de noviembre se habían reducido a 363 millones de dólares. “Es decir han habido vencimientos de estos bonos, que no han sido renovados por los inversionistas, que han sido pagados y no ha habido capacidad de recolocarlos”, precisó.
El sector público es el principal emisor de la Bolsa, lo que indicaría que las contracciones en la Bolsa afectan más severamente a las finanzas públicas.
No se colocan bonos en euros
Además de sufrir la no renovación de los bonos en vencimiento por parte de los inversionistas, el sector público tampoco ha podido colocar a través de la Bolsa de Valores de Nicaragua los 105 millones de euros que se emitieron en semanas recientes. “Entiendo por información que dio el Banco Central, que se colocaron esta semana que acaba de pasar dos millones de euros”, explicó Argüello.