Aparecer en la lista de grandes contribuyentes que han declarado pérdidas o ganancias iguales a cero, no implica que se trate de empresas que estén evadiendo o eludiendo impuestos. En al menos 11 casos se trata de sociedades tenedoras o “holdings” que son dueñas de acciones de otras empresas, pero no tienen una oferta comercial directa.
Algunos de estos casos son las corporaciones bancarias o conglomerados financieros y las empresas como Florida Ice and Farm, cuyos holdings no generan ganancias por sí mismos, pero son dueños de subsidiarias que sí generan y reportan utilidades ante Tributación.
Así lo aclaró Carlos Vargas, director General de Tributación, quien señaló que la lista incluye 11 empresas que por su naturaleza no realizan actividad económica, pero satisfacen alguno de los requisitos para ser considerados grandes contribuyentes: es decir renta superior a los ¢40.000 millones, con utilidades de tres periodos mayores a los ¢50.000 millones.
También lo resaltó la ministra Rocío Aguilar quien indicó que la publicación de la lista responde a una obligación dictada por la Sala Constitucional, pero que no constituye una acusación o sugerencia sobre el comportamiento de las empresas.
¿Cuáles sí y cuáles no?
En el caso de las corporaciones bancarias y conglomerados financieros, la propia Ley Orgánica del Banco Central valida la ausencia de utilidades.
La Asociación Bancaria Costarricense (ABC) señaló que en el artículo 142 de la Ley se establece que la sociedad controladora de los grupos financieros, a los cuales pertenecen los bancos, tiene como único objeto adquirir y administrar las acciones de las sociedades integrantes del grupo, por lo tanto, las empresas controladoras no venden ni prestan servicios, y en consecuencia no realizan actividad económica.
“Las que sí realizan la actividad son las subsidiarias y por lo tanto son las obligadas a pagar los impuestos correspondientes”, indicó la Asociación en un comunicado.
Esto se refleja en la Corporación de Inversiones Credomatic, empresa que es tenedora de las operaciones financieras del grupo BAC Credomatic en Costa Rica, incluyendo la tenencia del BAC San José y el resto de subsidiarias.
“La naturaleza de una empresa holding como esta es la tenencia de su participación accionaria y no ejerce ninguna otra actividad económica que sea afecta al impuesto sobre las utilidades. En los últimos 4 años, y esto incluye únicamente 10 meses para 2018, las subsidiarias de esta empresa tenedora han pagado más de $159,5 millones (unos ¢97.000 millones de hoy) solamente en impuesto sobre la renta, sin considerar otros impuestos y cargas parafiscales”, explicó Mónica Nagel, directora de Relaciones Corporativas del conglomerado.
Sucede lo mismo con las subsidiarias de Corporación Davivienda (Costa Rica) que reportan y pagan oportunamente sus obligaciones tributarias. Según un comunicado de la entidad, en los últimos 3 años se ha cancelado un monto por concepto de impuesto de renta de ¢7.917 millones, de los cuales ¢2.450 millones correspondieron al periodo fiscal de 2017.
Otro de los ejemplos que ilustra la razón por la que los holdings no tienen ganancias es el de la empresa Florida Ice and Farm, que con 110 años de operar en el mercado tiene una estructura corporativa de múltiples unidades empresariales:
Por un lado están las empresas tenedoras de acciones: Tienen la única función de actuar como accionista (dueña) de otras compañías. Son las que agrupan y ordenan los diferentes negocios de la compañía, tales como Florida Ice and Farm Company, Cervecería Costa Rica y Florida Inmobiliaria, entre otras.
“Estas empresas no realizan actividades económicas ni generan rentas gravables. O sea, reciben pagos de sus subsidiarias operativas que ya pagaron todos los impuestos”, detalló Gisela Sánchez, directora de Relaciones Corporativas de la empresa.
Del otro lado están las empresas operativas: Estas son las que producen y comercializan cerveza, refrescos, agua embotellada, jugos, bebidas carbonatadas, alimentos procesados, etc., tales como Productora La Florida S.A. y Distribuidora La Florida S.A.
“Estas empresas operativas son las que generan las ganancias, y por lo tanto son a las que les corresponde el pago de los impuestos y así lo hacen de manera puntual y apegada a la ley”, indicó Sánchez.
A lo largo de los últimos 10 años, estas empresas han pagado $414 millones por impuesto de renta, unos ¢251.000 millones de hoy.
Actividades complejas
Hay otras empresas cuyas declaraciones no está relacionada con prácticas irregulares, sino con actividades complejas o difíciles que generan pérdidas en varios períodos fiscales.
“Es importante señalar que generar pérdidas no es por sí un acto incorrecto si no que posiblemente es un acto originado producto de operaciones en actividades complejas. Otro elemento importante es indicar qué procede ahora, qué se puede hacer con esa lista, lo que dice la misma Contraloría General de la República en el sentido de que habrá que revisar a fondo y determinar el origen de ese resultado negativo de pérdida o de cero utilidades y establecer si los ingresos son los correctos, si los costos y gastos son los que de acuerdo con las leyes vigentes se establecen como deducibles”, indicó Germán Morales, socio de la firma Grant Thornton.
En este grupo hay empresas como las compañías telefónicas que entraron al mercado hace menos de una década y cuya penetración en el mercado ha requerido de fuertes inversiones.
Tal es el caso de Claro Costa Rica, que a la fecha ha realizado una inversión de $850 millones en el país. De estos, $94 millones han sido por el concepto pago de las concesiones de espectro.
“Estas concesiones nos han permitido desplegar desde cero redes de telecomunicaciones de última generación, con el objetivo de brindar servicios a precios competitivos con tecnología de punta. Por las características de la industria de telecomunicaciones, se requiere de inversiones de capital intensivas y muy importantes durante los primeros años, lo que implica que no se generan utilidades durante varios de ellos; sin embargo, en el mediano y largo plazo generaremos utilidades que permitan seguir aportando a las finanzas públicas”, explicó Carlos Ríos, gerente país de la empresa.
También es el caso de la empresa Telefónica Costa Rica (Movistar), que para el periodo indicado por el Ministerio de Hacienda coincide con el inicio de operaciones en el país.
“Durante este periodo hemos hecho importantes inversiones para construir y ampliar una red con tecnología de punta y alcance nacional. La recuperación de estas inversiones es a largo plazo y por lo tanto, es absolutamente normal que la operación sea deficitaria en sus primeros años; esta es una situación típica en el sector de telecomunicaciones en cualquier parte del mundo”, dijo Karla Espinoza, gerente de Comunicación de la empresa.
La publicación sin contexto de esta información causó sorpresa y molestia en otros grupos del sector empresarial.
Tal es el caso de la Cámara Costarricense de la Industria Alimentaria. “Nos parece altamente imprudente, que la autoridad publique este tipo de información, sin aclarar cuales casos son propios de la naturaleza de la conformación de la empresa, y cuales, efectivamente, son datos anómalos. Una empresa puede ser constituida o utilizada para diversos tipos de actividades. Sí puede ser normal y natural que una empresa reporte 0 utilidades todos los años, pues su uso y naturaleza así lo determina”, dijo Mario Montero, vicepresidente de la Cámara.
En su opinión, la publicación de dicha información sin el debido filtro ni la debida explicación, caso por caso, desinforma a la población y puede provocar un daño irreparable a la imagen y el buen nombre de muchas empresas.