El Gobierno saliente procura que los empleados de confianza que tuvo estos últimos nueve años en el Ministerio de Educación (MINED), bajo el cargo de directores nacionales, no sean despedidos por el gobierno entrante. El MINED tenía 15 directores nacionales en 2018, los cuales, a inicios de este año, fueron movidos a cargos que ni siquiera aparecen en el organigrama institucional.
La Unidad de Datos de El Diario de Hoy analizó la base de datos “GobData” divulgada por la organización civil Tracoda, la cual contiene información pública sobre los empleados del Ministerio de Educación: fecha de ingreso, cargo y salario. Los hallazgos mostraron que este año 15 directores nacionales pasaron a ser asistentes técnicos y ejecutivos.
“Si ellos han pasado a ser ‘asistentes ejecutivos’ o ‘asistentes técnicos’ es con la intención de blindarlos, de dejarlos en esos cargos para que cuando venga la nueva administración, ellos sigan ahí”, dice la secretaria general del Sindicato de Trabajadores del Ministerio de Educación (Atramec), Marta Campos. Ella se basa en que cuando inicia una nueva administración se suele sustituir a quienes ocupan cargos que se consideran de confianza, como los directores nacionales, los directores departamentales, las gerencias y las jefaturas, por personal nuevo que suele ser llevado por el nuevo ministro. Mientras que quienes ocupan cargos técnicos no son sustituidos. “Si los reemplazan es porque un director nacional es un cargo de confianza. Un técnico no lo es”.
El viceministro de Educación, Francisco Castaneda, confirmó los cambios de plaza de los antiguos directores nacionales y dijo que fue una decisión del ministro de Educación, Carlos Canjura. Él también justificó dichos traslados aludiendo que la mayoría de estos empleados “tienen años y hasta décadas de trabajar en el Ministerio de Educación. Igual sucede con algunas jefaturas departamentales”. Pero al cotejar esta información con la base de datos resulta que de los 15 directores nacionales que aparecen contratados para 2018, solo dos entraron al ministerio antes de la administración del FMLN, uno de ellos entró 1972 y el otro en 1979 respectivamente. Los trece restantes fueron contratados a partir de 2009.
A través de llamadas a sus oficinas y mensajes a sus correos electrónicos institucionales se buscó hablar con los empleados que, hasta el año pasado, eran directores nacionales. El exdirector nacional de Transparencia, Salomón Alfaro Estrada, fue el único que, con un tono de voz dubitativo, aceptó haber sido trasladado al cargo de asistente ejecutivo este año. “Eh… sí, creo que sí. Fueron los cambios que se dieron a inicios de este año”. Estrada dice que depende de la nueva administración si continúan en sus puestos aunque ya no se encuentren en cargos de confianza. “Ellos tienen la potestad de decir quiénes se quedan y quiénes se van. Aunque estemos en otros cargos no estamos seguros, porque como le digo, depende de la persona que venga como ministro”. El resto de exdirectores ignoró las peticiones de entrevista.
¿Tener otro cargo los blinda de los despidos?
Hay dos modalidades de contratación por las que una persona puede trabajar en el Gobierno: por Contrato o por Ley de Salarios. La primera limita el tiempo que el empleado estará en la institución, pues su contrato caduca al finalizar el periodo para el que ha sido contratado. En cambio, la Ley de Salarios vuelve indefinido el tiempo de contratación.
Dado que los datos muestran información desde el año 2016, se desconoce si los exdirectores nacionales entraron al Ministerio de Educación por contrato o por Ley de Salarios. El hecho es que para 2016, habían 11 directores nacionales contratados por Ley de Salarios y los cuatro restantes estaban por Contrato. Estos últimos han ido cambiándose a Ley de Salarios durante los últimos cuatro años.
El secretario general de Bases Magisteriales, Paz Zetino, dice que la mayoría de ellos entraron por Contrato y se valieron de su cargo para cambiarse a modalidad por Ley de Salarios. “Ellos se cambiaron sus nombramientos y se pasaron a ley de salarios. Eso es un fraude de ley. Creo que es un mal ejemplo de este gobierno y de estos funcionarios para con la administración pública. No es nada ético ni nada moral”.
Si los empleados son contratados por Ley de Salarios no pueden despedirse sin una justificación razonable. Esto incluye que hayan cometido faltas graves en sus ejercicios públicos. Campos dice: “Nadie por Ley de Salarios gozamos de estabilidad, pero va a ser difícil quitarlos si ya tienen esos cargos. Si hay suspensión previa debe haber una justificante, una falta gravísima. De no ser así no podrían quitarlos”.
Zetino añade que el funcionario entrante sí puede destituirlos, pero “tendrá que despedirlos con responsabilidad de él o con responsabilidad institucional, pero como dicen, lo que se hace en derecho en derecho se deshace, y yo esperaría que encuentre una forma legal de como anular esos nombramientos”.
Nuevos cargos incluyeron salarios más altos
Los exdirectores nacionales ganaban entre $3,592.49 y $5,657.49 el año pasado; luego del cambio de plaza, este año, a diez de ellos les aumentaron los salarios.
¿El cargo de “asistente técnico” o “asistente ejecutivo” conlleva más responsabilidades de las que tiene un director nacional para justificar un aumento en su salario? Castaneda dijo que eso “depende” y añadió que las funciones de los asistentes se hallan en los descriptores de puestos manejados por el Ministerio de Educación; pero que él lo ve como un “apoyo ejecutivo donde existan”.
FUENTE: elsalvador.com