El Grupo de Trabajo para Nicaragua solicitará a la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) que ordene al Consejo Permanente crear una comisión al más alto nivel, “para procurar una solución pacífica y efectiva a la crisis en Nicaragua”.
Para el sociólogo y analista político Óscar René Vargas, este sería el último intento de la OEA de buscar una salida negociada a la crisis que vive el país desde el 18 de abril de 2018, si no gestionarán la suspensión del país del Sistema Interamericano.
Según Vargas, como el Consejo Permanente de la OEA aún no tiene asegurados los 24 votos para suspender a Nicaragua del Sistema Interamericano, le subirá el nivel al Grupo de Trabajo y lo transformará en una comisión que haga gestiones al más alto nivel, es decir, buscar un encuentro directo con Daniel Ortega y su esposa y cogobernante, Rosario Murillo.
El Grupo de Trabajo para Nicaragua fue creado en agosto del año pasado, con el objetivo de buscar soluciones pacíficas a la crisis que vive el país desde el 18 de abril de 2018, debido a la represión policial y paramilitar contra las protestas civiles que demandan la salida de Ortega del poder.
La misión de Canadá es la que preside el Grupo de Trabajointegrado además por 12 países, entre estos Argentina, Brasil, Chile, Costa Rica, Estados Unidos y Perú. Canadá fue la que ayer lunes informó de este proyecto de resolución, titulado “La situación en Nicaragua”, el cual será presentado en la Asamblea General de la OEA.
La propuesta de resolución establece, en el punto cinco, que se debe “instruir al Consejo Permanente a que nombre una comisión que, en el marco del artículo 20 de la Carta Democrática Interamericana, realice gestiones diplomáticas al más alto nivel, para procurar una solución pacífica y efectiva a la crisis política y social en Nicaragua y que rinda un informe en un plazo de tres meses”.
Vargas manifestó que este paso también significa que la negociación seguirá, pero con mayor presión diplomática. “Tanto los Estados Unidos, la OEA y la Unión Europea apuestan por una salida negociada con elecciones adelantadas. Creo Ortega Murillo siguen ganando tiempo. Mi cálculo es que las elecciones serán noviembre 2020 o marzo 2021”, opinó el sociólogo.
Generosos
El exdiplomático Julio Icaza Gallard cuestionó que estén siendo “excesivamente generosos” con un plazo de tres meses, “para un Ortega que ha dado sobradas muestras de no querer una salida pacífica y negociada a la crisis”.
Pero Vargas además calcula que este plazo se puede extender hasta cuatro meses, por los procedimientos burocráticos, lo que también valoró como ganancia para Ortega.
“A la concreta, Ortega Murillo consigue tres meses (mínimo), se incrementa la presión sobre la Alianza Cívica para que regrese a la mesa de negociación sin condiciones, es decir, los presos en la cárcel y sin libertades básicas. A mí criterio la resolución es favorable a Ortega Murillo”, agregó Vargas.
Icaza también tiene sus reservas sobre la creación de otra comisión que es probable que pueda ser rechazada por Ortega, como ya lo ha hecho otras.
“Si Ortega se ha negado a recibir al Grupo de Trabajo creado por el Consejo Permanente, ¿Por qué va ahora a recibir a una comisión que será nombrada por este (mismo) Consejo Permanente? Distinto sería si la comisión fuese creada por la misma Asamblea a nivel de Cancilleres”, consideró Icaza.
El exdiplomático espera que el proyecto de resolución pueda ser mejorado y se presente una revisión del mismo antes de la discusión del tema. Icaza además valoró que es “un asunto de negociación y de lobby”, pero también hizo ver que los miembros de la organización opositora Alianza Cívica “debe hacer ver a los patrocinadores de la resolución estas incongruencias”.
FUENTE: Hoy!