El profesor Pedro Morales Almazán, quien es guatemalteco, fue una de las personas que dio con el problema y cuya explicación publicó en su cuenta de Twitter. Desde hace días en las redes sociales esta explicación ha abundado, y aunque se responsabiliza al Tribunal supremo Electoral (TSE), la mayoría de las opiniones coinciden en que el fallo no es humano y que no afectará la elección presidencial.
Morales explicó que tras la revisión que hizo de los números encontró actas con inconsistencias y que dentro de los hallazgos destaca que estos errores ocurrieron en juntas en cuya elección participaron más de 20 partidos.
Además, que la cantidad de votos contabilizados de los partidos que se ubicaron en las posiciones 21 hacia arriba (22, 23, 24, etc.) era la misma que los que estaban a partir del puesto 11 (12, 13, 14 etc.).
El profesor de matemática destacó que su hallazgo sugiere que se trató de “un error sistemático no deliberado, que no favorece o perjudica a ningún partido en específico” ya que “dentro de las actas en las que hay inconsistencias, los errores están distribuidos casi uniformemente” y no hay actas en donde se ven más inconsistencias que en otras.
¿Por qué el error en el algoritmo?
Aunque Morales afirma que no tiene la respuesta de por qué ocurrió el error en el algoritmo y por qué este comenzó en la posición 21 para arriba y no en la 16 u 11, por ejemplo, el analista Enrique Godoy considera que Informática del TSE se había preparado e incluso tal vez hasta hizo pruebas con un formato de 20 candidatos, ya que el número de binomios que compitieron por la Presidencia y Vicepresidencia era de 19.
La discusión en Twitter se concentró con la etiqueta #Patron21.
Godoy, quien ha participado en varios procesos electorales en juntas receptoras de votos y como fiscal de partido, señaló que el problema se dio en las elecciones al Parlamento Centroamericano, algunas corporaciones municipales, así como en la elección de diputados al Congreso por lista nacional y distritales.
“Ellos compraron un software que registraba hasta 20 candidatos y literalmente le dieron copiar y pegar del 11 al 20 para el 21 en adelante”, explicó.
No obstante, el analista afirmó que la base de datos está correcta porque no hubo error en las sumas ya que la falla, que al día de hoy ya fue corregida, no fue aritmética y solo repercutió cuando se consultaban los resultados en la página del TSE por cada mesa electoral.
Godoy criticó las declaraciones del director de informática del TSE, Gustavo Castillo, quien refirió que debido al error informático podría haber cambios en las diputaciones y corporaciones municipales, ya que el número no cambiará la cifra de votos que tiene cada partido.
Indicó que en ningún proceso electoral se asignan puestos antes de ocho o 10 días después de las votaciones puesto que antes se deben cumplir con procesos de impugnación y porque los resultados se dan con base a las actas y no conforme a los resultados informáticos del TSE.
Falla grave
Aunque las voces consultadas refieren que no hubo intención de favorecer o perjudicar a algún partido o candidato, y que las diputaciones y corporaciones municipales no tendrían mayor variación, la ingeniera María del Carmen Aceña, quien participó en el proceso electoral el 2003 como presidenta de la junta electoral de Guatemala, el gran perdedor con este error fue la credibilidad del TSE.
Aceña considera que Informática el Tribunal no probó a tiempo el sistema ni pidió una colaboración o auditoria para ponerlo a prueba, por lo cual la falla la califica de “grave”.
No obstante, Godoy expuso que, de cualquier forma, el sistema informático del Tribunal, donde se reflejó el error, no tiene implicación legal puesto que lo fundamental para declarar ganadores en las elecciones son las actas de las juntas electorales departamentales, las cuales siete distritos están pendientes de entregar al TSE.
El sábado pasado el jefe de Informática del ente electoral reconoció que hubo ciertas deficiencias en la recopilación de datos, como lentitud y algunos fallos en el sistema de conteo, por lo que indicó que para revisar las actas se podrían tardar unos 22 días “trabajando las 24 horas”.
Detalló que el error en el programa fue ocasionado por alguien del equipo de programación que modificó de manera errónea un código, y que la falla estaba relacionada a que en algunas elecciones participaron más de 20 partidos.
La inconformidad con la forma cómo se recopilaron los datos ha llevado a los fiscales de los partidos a pedir su renuncia, algo que hasta hoy no se concreta.
FUENTE: PRENSA LIBRE