Adrián Altamirano Cardenal, un supuesto curandero de 62 años, fue asesinado a balazos por desconocidos que le interceptaron en el trayecto entre las comunidades Wiso y Puluwas, en la microrregión Mayangna, al norte de Ayapal, en el municipio de San José de Bocay, departamento de Jinotega.
Según reportes preliminares, Altamirano Cardenal y su hijo Horacio Altamirano, de 26 años, iban en un bote por el río Bocay, pero llegando a la zona de Kuduwas, al menos cuatro sujetos con el rostro cubierto y portando armas cortas, los obligaron a detener el bote.
Al presunto curandero lo llevaron 80 metros al este del río, donde le asestaron tres balazos en el pecho. Acto seguido, lo cargaron y llevaron para lanzarlo al Bocay, según la versión que habría dado el hijo de la víctima a los policías que llegaron al lugar para investigar.
Mientras tanto, la Policía sigue sin brindar información oficial sobre el avance de las investigaciones y se desconoce qué pasó con el hijo de Altamirano Cardenal.
Inconformes con “trabajos”
De manera extraoficial, trascendió que la víctima había sido amenazada de muerte por personas todavía sin identificar y que presuntamente estaban inconformes con “trabajos” hechos por el curandero.
Con este caso, al menos 16 personas han sido asesinadas este año en el municipio de San José de Bocay, sin incluir las tres muertes que resultaron de un enfrentamiento ocurrido al amanecer del 11 de febrero en la comunidad La Rinconada.
En esa ocasión murió el soldado William Aguilar, así como el civil Juan López Guillén y una mujer sin identificar.
Estos dos últimos supuestamente eran parte de un grupo calificado por las autoridades militares como “delincuentes”.
FUENTE: Hoy!