Los Orellana Canales era una familia feliz hasta ayer en la mañana cuando recibieron la noticia que uno de los suyos había sido acribillado a balazos mientras esperaba a que abrieran la clínica comunal del Instituto Salvadoreño del Seguro Social para pasar consulta médica.
Rigoberto Arnulfo era el mayor de los tres hijos de Tito Canales y de Roxana Orellana. Hacía menos de dos años que se había graduado de Ingeniero Mecánico, tenía un buen trabajo. Sus padres, sus dos hermanas y él estaban felices.
Todos estaban planeando ir de paseo a Guatemala, aprovechando las vacaciones de agosto.
Pero el joven ingeniero murió ayer en la mañana en la unidad de Salud de Lourdes, a donde su padre lo llevó en un intento de que le salvaran la vida a su primogénito, un muchacho de quien todos en la colonia El Sitio, en el cantón Sitio del Niño, municipio de San Juan Opico, departamento de La Libertad, lo califican como de una buena persona, un buen muchacho.
Ayer durante toda la mañana, la muerte de Rigoberto había causado gran conmoción en la colonia donde vivía. Los vecinos y familiares no dejaban de llegar a mostrar su pesar por la repentina muerte del joven que desde los 11 años servía en actividades de la iglesia católica de su vecindario.
Mientras el padre hacía los trámites funerarios, el teléfono de la casa no dejaba de sonar. Decenas de compañeros de trabajo de Rigo llegaron a consolar a la familia.
Salió a pasar consulta médica
De acuerdo con versiones de la familia, Rigoberto salió aproximadamente a las 5:00 de la mañana para la clínica del Seguro Social porque le estaban dando fiebres altas.
Estaba sentado frente a la clínica, junto a otras personas que también querían ser de los primeros en ser atendidos, cuando de repente apareció una camioneta de la que se bajó un hombre y sin decir nada le hizo varios disparos.
A las 5:20 a.m. recibieron una llamada en la que les avisaron que Rigo estaba baleado. De inmediato Tito y Roxana se fueron en un vehículo, encontrándolo aún con vida.
De inmediato lo trasladaron hasta la clínica de Fosalud. Uno de los familiares dijo que mientras lo atendían, la víctima sufrió tres infartos. Ya no pudieron hacer nada los médicos.
Sobre el hecho hay dos versiones: una que se trató de un asalto y otra que fue un ataque directo.
De acuerdo con familiares del ingeniero, los delincuentes no le robaron nada a Rigoberto, pues tenía su teléfono y su cartera con sus documentos; lo anterior los ha llevado a considerar que fue un ataque directo aunque no se explican el porqué pues Rigo nunca les comentó que hubiese sido amenazado o que tuviera problemas con alguien.
La otra versión es que se trató de un asalto a todas las personas que se encontraban esperando a que abrieran la clínica comunal, sin embargo no fue posible confirmar con testigos esa versión. Además, a la víctima no le robaron absolutamente nada, según los parientes.
Estudiando la maestría
Rigoberto recibió su título como Ingeniero Mecánico, el 23 de octubre de 2017 y, según familiares, pocos meses después comenzó a cursar una maestría.
Actualmente la víctima trabajaba en una empresa subcontratada por una multinacional que funciona en el mismo cantón Sitio del Niño, indicaron sus colegas.
Ayer mientras recibían decenas de condolencias por teléfono y de personas que llegaban a su vivienda, su madre y sus hermanas recordaron los momentos felices que les hizo pasar el joven. También sus vecinos lo recordaron como un joven muy colaborador en las actividades religiosas y servicial a la comunidad.
Una de sus últimas obras fue la colocación de todo el sistema eléctrico de la iglesia católica que está en construcción de la colonia donde vivía. “Era un gran profesional y una gran persona. Todos hemos perdido con su muerte”, comentó un vecino de la víctima.
FUENTE: elsalvador.com