Redacción
Una red criminal dedicada al tráfico de drogas integrada en su mayoría por hondureños, fue desmantelada en las últimas horas por diversas agencias federales de Estados Unidos.
El fiscal federal, David Anderson, detalló que la red integrada por 32 personas, extendía sus acciones delictivas desde México hasta Seattle.
Las autoridades divulgaron a medios locales que esa red criminal tenía se dedicaba a la venta de estupefacientes y que su principal centro de distribución era la ciudad de San Francisco.
Anderson, informó que la red criminal también se dedicaba a la trata de personas, tráfico de drogas internacional que incluía la renta de viviendas y traslados cotidianos a lo largo del Puente de la Bahía de San Francisco.
Asimismo, se identificó a Andy Reanos Moreno, como el encargado de una célula que se dedicaba a rentar viviendas para las personas que realizaban el trasiego de estupefacientes a los que, al mismo tiempo, abastecía con heroína, metanfetaminas y cocaína.
“En muchos casos, los narcomenudistas vivían con sus parejas e incluso hijos, intentando pasar desapercibidos entre las familias hispanas de la zona”, apuntó el funcionario.
Los informes judiciales destacan también que se encontró a otra persona que actuaba como cómplice de Reanos Moreno.
Se trata de Manuel Arteaga, quien recibía órdenes de individuos ubicados en distintos puntos del este de la Bahía sobre las cantidades de droga y precios que, posteriormente, les entregaba a los distribuidores.
De acuerdo con el caso federal, entre el 4 de marzo y el 26 de julio de 2019, Eduardo Alfonso Viera Chirinos, alias “Rojo”, quien es señalado como otro de los principales líderes en esa trama criminal, encabezó en complicidad con varios de sus familiares, una red de trasiego de narcóticos que tenía como origen México.
Las investigaciones señalan que “Rojo”, operaba en ocasiones desde Seattle y que designó a un pariente para que actuara como lugarteniente de las operaciones ilícitas en el área de San Francisco y que su familia también participaba en coordinar las viviendas en las que vivían sus distribuidores, una de las cuales servía como centro para procesar la droga en Livermore y después enviar el resto a la ciudad de Seattle.
Conversaciones y mensajes de texto interceptados por los agentes federales, la Fiscalía del Norte de California determinó que Viera Chirinos también participó en un complot para asesinar a un individuo en Honduras.
El hecho que la mayoría de los 32 detenidos sean hondureños despertó sospechosas entre las autoridades locales, que no descartaron la posibilidad de que los federales hayan encontrado una forma de disfrazar el endurecimiento de los operativos con inmigrantes. Más aún por la participación de Tatum King, agente especial a cargo de la Oficina de Investigaciones de ICE.
“Esto no es una iniciativa migratoria. Esto no es una iniciativa de deportaciones. Esto es una iniciativa de seguridad pública”, dijo el fiscal David L. Anderson para intentar disipar cualquier duda.
Pero Matt Haney, supervisor de San Francisco cuyo distrito incluye precisamente el Tenderloin, advirtió que, aunque la ayuda federal para limpiar las calles de drogas es bien recibida, la ciudad debe mantenerse vigilante en el tema migratorio.
Las 32 personas capturas enfrentan cargos de conspiración a nivel local e internacional para la venta de heroína, cocaína, metanfetaminas y fentanilo en el barrio Tenderloin, uno de los focos de criminales más importantes de la ciudad de San Francisco.
An operation led by Tenderloin Station Officers has resulted in more than 50 suspects arrested over the last 5 hours. Multiple fugitives, drug dealers, armed suspects are being booked. Please see attached photos and excerpts from notes we have received today from our community. pic.twitter.com/f0rhNtlU71
— SFPD Tenderloin (@SFPDTenderloin) August 7, 2019
FUENTE: La Tribuna
