Un grupo de antisociales atacó premeditadamente al autobús en el que se transportaba el club Motagua, provocando heridas en cuatro de sus jugadores quienes fueron trasladados de emergencia al hospital.
Los vidrios del automotor fueron quebrados con piedras y botellas hiriendo a Emilio Izaguirre, Jonathan Rougier, Matías Galvaliz y Roberto Moreira. A los tres futbolistas se les retiraron esquirlas de sus ojos.
Motagua tomó la decisión de no presentarse al juego y retornó a su hotel de concentración, mientras en las afueras del Estadio Nacional la Policía se enfrentó a un puñado de revoltosos que seguían creando el caos.
En enfrentamiento entre “barras” dejó otros heridos de gravedad y tres ellos fallecieron en el Hospital Escuela y al menos otros siete se encuentran en cuidados médicos. Según reportaron en el centro de asistencia las personas muertas y heridas no portaban documentos por lo que no se ofreció su identificación.
La revuelta provocó que los agentes de seguridad lanzaran gas lacrimógeno cerca de los portones al sector de tendidos populares del inmueble deportivo, afectando también a los aficionados que ya se encontraban dentro del estadio.
El gas alteró la tranquilidad en los fanáticos y eso desencadenó una invasión a la cancha de juego en el intento de escapar de los efectos del gas lacrimógeno.
En redes sociales las autoridades del balompié hondureño oficializaron la suspensión del encuentro, que en la previa se espera un espectáculo deportivo pero lo que debió ser un simple partido de fútbol terminó en tragedia.
OFICIAL: La #LigaSalvavida informa que el encuentro entre el @CDOlimpia y @MOTAGUAcom a realizarse en el estadio Nacional de Tegucigalpa se suspende para salvaguardar la integridad y seguridad de aficionados, equipos, cuerpos técnicos, árbitros y personal en general. pic.twitter.com/L1uBdMYAcF
— Liga SalvaVida (@lnphonduras) August 18, 2019
FUENTE: La Tribuna