La Investigación Especial de Contaminación del lago de Coatepeque expone los diferentes problemas que están degradando el manto acuífero y sus ecosistemas. La falta de tratamiento de líquidos en la cuenca es uno de los principales factores de contaminación porque las aguas de 8,000 habitantes son desechadas al lago sin ningún tratamiento previo, arrastrando consigo restos fecales, domésticos, agroquímicos y más.
Todos estos residuos hacen que el agua de Coatepeque no sea apta para el consumo humano, pero a los habitantes de la cuenca no les queda otra opción más que beber la misma agua que ellos contaminan.
Fernando López, ministro de Medio Ambiente, aseguró que el lago es un recurso natural que se está degradando a un ritmo acelerado y puede llegar a un punto donde la contaminación no pueda revertirse o tardar años en restaurarse porque no tiene un desagüe y tampoco una alimentación externa a parte de la infiltración.
Alejandro Villacorta, director ejecutivo de Fundación Coatepeque, estima que de no tomar medidas inmediatas el lago podría declararse muerto en diez años.
El problema de contaminación del lago de Coatepeque por la falta de tratamiento de líquidos es similar al que tiene el lago Atitlán, Guatemala, pues tampoco hay un sistema para tratar las aguas negras y residuales y todas van a terminar al lago.
Según el estudio de Manejo de aguas residuales en la cuenca del Lago Atitlán de 2018, en cinco años la contaminación del espejo de agua llegará a un punto de no retorno porque se producen cerca de 530 litros de aguas negras alrededor del lago y solo el 20 % para por una planta de tratamiento.
“Es decir, que cada segundo más de 424 litros de aguas negras entran en el lago. Esto equivale a 21 garrafones de 20 litros que se vierten cada segundo en una de las maravillas más grandes de nuestro planeta”, se lee en una publicación de El Periódico.
En la cuenca del lago Atitlán viven más de 380 mil habitantes y esto implicaría unir a un drenaje las 15 municipalidades que conforman la cuenca e instalar los sistemas de tratamientos necesarios, esto podría llegar a costar 200 millones de dólares.
En Coatepeque se desconoce cuánto podría costar la instalación de plantas de tratamiento, pero solo el diagnóstico se estima en 300,000 dólares.
El lago Xolotlán también podría ser un espejo de los años venideros de la cuenca de Coatepeque. Hoy en día los niveles de contaminación han limitado drásticamente el uso de su agua, según el informe de Los Recursos Hidrícos de Nicaragua.
“Desde el año 1927 recibe sin tratamiento alguno las aguas negras de Managua, mismas que incluyen aguas residuales industriales, domésticas y pluviales. (…) Actualmente, el agua del lago no puede ser directamente utilizada para consumo humano ni incluido para riego en este último caso por las altas concentraciones de sales (sólidos totales disueltos). Además, la entrada de los desechos líquidos de la ciudad ha creado una situación sanitaria insoportable por los olores y la carga de bacterias que limita cualquier uso, incluido el contacto directo”, se lee en el informe.
Este lago, además de recibir las aguas residuales de la ciudad también recibe los contaminantes provenientes del basurero municipal de Managua, el cual data de 1972. La contaminación que causa el basurero es a través de la infiltración de lixiviados al subsuelo y facilitando su llega al lago, según el documento de “Evaluación del Impacto de los Lixiviados del Basurero de la Ciudad de Managua, la Chureca, a las Aguas del Lago Xolotlán, al Acuífero Afectado y a la Laguna Acahualinca”
Las causa de contaminación de los lagos Xolotlán y Atitlán son similares a las que amenazan con acabar con la vida del lago de Coatepeque y para evitar que la contaminación siga ganando terreno es necesario que las alcaldías de El Congo, Santa Ana e Izalco, así como el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, el Ministerio de Salud y Anda coordinen acciones que lleven a una pronta solución.
FUENTE: elsalvador.com