El ministro de Seguridad, Rolando Mirones, negó que Panamá servirá como ‘tercer país seguro’ para acoger a los migrantes extracontinentales que provienen primordialmente de África y Asia en su trayecto a Estados Unidos.
Ayer, durante la clausura de la reunión de ministros y secretarios de seguridad del Triángulo Norte y sur de Centroamérica y Estados Unidos, Mirones ofreció unas breves declaraciones a los medios de comunicación y aclaró que el tema del tercer país seguro ‘nunca estuvo en la agenda’ que discutieron los ministros este jueves.
El representante de Estados Unidos, secretario interino de seguridad nacional Kevin McAleenan, pronunció unas breves palabras al finalizar la reunión en las que enmarcó que el tono de unificación de esfuerzos en la región contra las organizaciones trasnacionales fue contundente, y calificó el evento como muy productivo, de grandes avances para lograr esfuerzos coordinados.
Por la noche, el secretario interino estadounidense atendió una recepción en la casa del embajador de ese país en Panamá, pero se conoció que no sostendría una reunión bilateral con el mandatario Laurentino Cortizo.
En resumen, durante la cita de ministros se concluyó que cada país deberá hacer esfuerzos propios para contener los flujos migratorios hacia el norte. Los vecinos desde donde se originan caravanas en el Triángulo Norte (Guatemala, El Salvador y Honduras), se comprometieron a ofrecer mejores oportunidades a sus ciudadanos para persuadirlos de no abandonar sus hogares engañados con sueños ilusos que ponen en riesgo su vida.
Con respecto al Triángulo Sur (Colombia, Ecuador y Brasil), ruta que emplean los extracontinentales para llegar al norte, se subrayó que estas naciones intentarán contener el tránsito de los irregulares por sus territorios para evitar el avance de los migrantes.
Por ejemplo, Mirones señaló que como parte de los esfuerzos para detener a estos grupos criminales se han efectuado deportaciones y se han impuesto visas de tránsito. Agregó que ‘seguirá apretando de manera que al Istmo no entre la migración ilegal’.
La novena reunión de los ministros se efectuará, tentativamente, en Colombia. En este futuro cónclave se sumarán otros dos países, México y Ecuador.
En esta reunión, en la que Panamá fungió como anfitrión, se ausentó Nicaragua. Participaron los representantes de El Salvador, Guatemala, Honduras, Costa Rica, Colombia y Estados Unidos como observador.
Este viernes, los ministros realizarán una gira a Metetí, Darién, frontera por la que ingresaron más de 87 mil viajeros ilegales en los últimos ocho años, según cifras de la Dirección Nacional de Migración.
La visita a la selvática provincia, que los migrantes llaman ‘la ruta de la muerte’, por la peligrosidad que representa cruzarla, fue consensuada en la séptima reunión del grupo celebrada en julio pasado en la capital norteamericana, evento al que atendió Mirones y lanzó la invitación al resto de los participantes. En dicha reunión Panamá se incorporó al grupo.
Mensaje al crimen
Los ministros enviaron un mensaje claro al crimen organizado que se encarga de trasladar a los flujos de migrantes ilegales hacia el norte: las estructuras criminales deben estar preocupadas, los vamos a combatir con toda la fuerza para sacarlos de circulación, zanjó el ministro de El Salvador, Rogelio Rivas.
Todos los jefes de seguridad de la región están claros en que requieren unificar esfuerzos para combatir a las redes trasnacionales que conocen cada rincón de los países por donde trafican a los migrantes.
En la declaración conjunta las naciones reconocen que el tráfico de personas y las organizaciones criminales que operan en la región quebrantan la seguridad de nuestros ciudadanos al explotar a los migrantes vulnerables a través de campañas de desinformación para estimular viajes ilícitos a la frontera de Estados Unidos.
También están anuentes a las debilidades que requieren soluciones en conjunto, por lo que cada país debe tomar la iniciativa de adoptar controles mayores para contrarrestar el tráfico de personas y a los grupos criminales.
Colombia participó por primera vez en este foro que inició con el Triángulo Norte el año pasado, momentos en que se registró la famosa crisis migratoria que se reflejó en las masivas caravanas que partieron de estos países hacia Estados Unidos.
Se espera que en las próximas reuniones se integre México, la última frontera antes de pisar suelo estadounidense. Esto ayudará a formar políticas estratégicas regionales que contemplan desde el norte al sur.
Ojo con la ‘dictadura’
El director de Migración de Colombia, Christian Kruger, compartió la experiencia de su país que ha dado refugio a 1.5 millones de venezolanos que ‘vienen a buscar un plato de comida’. A todos se les está atendiendo, sin embargo llamó la atención sobre los riesgos que representan las relaciones de la ‘dictadura de ese país, Venezuela, con otros países y cómo nos puede afectar a nosotros en la región. Invitó a sus homólogos a poner atención al fenómeno, porque si bien están ingresando por el sudoccidente colombiano, ‘estamos empezando a ver nacionalidades restringidas que nos pueden poner en riesgo a los países de la región’, advirtió el funcionario.
La coordinación debe pasar a la acción. Las citas que reúnen a estos ministros ‘se han convertido en un instrumento para lograr soluciones concretas, la única manera de vencer a estas organizaciones es uniendo esfuerzos no solo para el intercambio de información, sino en operaciones e interdicciones conjuntas’, indicó McAleenan.
Por su parte, Julián Pacheco, secretario de Estado en el Despacho de Seguridad Nacional de Honduras, mostró la intención de su país de mejorar ‘las oportunidades de sus ciudadanos y la economía para evitar la migración, para que los emprendedores puedan desarrollarse. Pero este fenómeno histórico en la humanidad no se va a resolver si no tenemos un enfoque regional con los espacios que se requiere para cada país’, apuntó.
Para Guatemala, los cuatro objetivos que unen a los países de la región no han cambiado, a pesar de que hace casi un año se ha trabajado para mermar los grupos criminales: El combate a la migración irregular, el combate al tráfico de drogas, de armas, y de dinero ilícito que se mueve por la región. Esos cuatro ejes son para Guatemala un objetivo primario. ‘Somos las dos puntas de la región’, enumeró Enrique Degenhart, ministro de Gobernación del hermano país. Observó como positivo el hecho de que Colombia se integró al grupo, pues ‘indica el nivel compromiso y posicionamiento estratégico que tiene Centroamérica’.
Con la incorporación de México se tendrán atados los dos puntos clave para los migrantes, el norte y el sur, y así cerrar los flujos ilícitos que pasan por la región generando graves problemas a la seguridad interior y la economía de los países que sufren estos problemas.
Rogelio Rivas, ministro de Justicia y Seguridad de El Salvador, resaltó que este tipo de reuniones han permitido intercambio de información acerca de grupos criminales que andan en zonas fronterizas.
FUENTE: La Estrella de Panamá