Empleados del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS) denunciaron que la autónoma se rehusa a realizar la prueba para detectar el coronavirus al personal médico que estuvo en contacto con una paciente que, dos días después de haberle efectuado una operación, resultó positiva al nuevo virus.
El caso se registró en el Hospital Médico Quirúrgico del ISSS, el pasado 12 de abril, cuando llegó una paciente a sala de operación y a quien se le realizó una nefrectomía (extracción de riñón o parte de él); la mujer también entró con un cuadro de neumonía.
De acuerdo con varios médicos que estuvieron en la sala de operaciones, y otros que han tenido contacto con ese personal sanitario, durante la intervención estuvieron presentes 3 residentes de anestesiología, 1 agregado de anestesiología, 2 licenciados de anestesiología, 5 enfermeras y 3 cirujanos.
El Diario de Hoy habló con algunos de ellos, quienes pidieron anonimato por temor a castigos o despidos, y confirmaron que estuvieron expuestos a la paciente con coronavirus y que el ISSS se niega a realizarles las prueba para descartar o confirmar si se infectaron con el virus.
“Se pidió que se le hiciera la prueba, pero el epidemiólogo se negó hacer la prueba porque dijo que la paciente no tenía nexos y la tuvimos que pasar a sala de operaciones”, aseguró uno de los médico.
El 14 de abril fue reportado el primer caso de COVID-19 en una enfermera de ese hospital, quien tuvo a cargo a la paciente con coronavirus que fue operada, explicaron.
Los galenos expusieron que el 16 de abril les informaron que a la paciente que le realizaron la cirugía había resultado negativa, sin embargo ellos refutan y dicen que no le habían hecho la prueba a la señora. Aseguraron que el examen se la tomaron un día después y resultó que la neumonía era por COVID-19.
“Todos esos días nosotros pasamos trabajando, haciendo turnos y en contacto con todo el hospital, a parte que a veces vamos a la Primero de Mayo o al Hospital General”, dijo uno de los médicos.
Uno de los riesgos de los anestesiólogos es que manejan la vía aérea del paciente cuando lo intuban, cuando están en el procedimiento están más expuestos porque el paciente tose y se liberan gotículas y múltiples secreciones. Eso se dio cuando trataron a la paciente en sala de operaciones.
Otro médico anestesiólogo que no estuvo durante la intervención, indicó que tiene temor por los riesgos a contagio porque “si ellos (el personal que estuvo en la intervención) son positivos, nosotros estamos expuestos”.
Agregó que, cuando el se encuentre en sala de operaciones, no va a permitir que el personal que intervino a la paciente con COVID-19 trabaje con él.
Como anestesiólogos, dijo otro doctor, “nuestro trabajo es entrar a la boca del león (cuando realizan la intubación). Nosotros no nos negamos hacer nuestro trabajo, pero que nos den los equipos adecuados”, reclamó.
ISSS los obliga a seguir trabajando
Desde que supieron que la paciente ingreso a sala de operaciones con cuadro de neumonía y luego se dieron cuenta que dio positivo al nuevo virus, el equipo médico ha insistido con la jefatura que les realice la prueba, a la que hasta hoy les han negado, denunciaron.
Agregaron que no es justo para los galenos que se inicien a tomar pruebas en la calle y a ellos no se las quieren hacer.
Incluso, dijo otro galeno, están pensando salir a buscar las cabinas móviles que habilitará el Gobierno para hacerse la prueba y descartar si son positivos o negativos.
“Aún así les han dicho que tienen que presentarse a trabajar, que no van a cumplir cuarentena porque (en el caso del personal de anestesiología) son muy poquitos, que la vida sigue igual y decir que somos portadores asintomáticos y que cada quien vele cómo protegerse”, expresó un médico.
Los lineamiento COVID-19 que les dieron a conocer a los profesionales, el 18 de abril, establecen que si una persona tuvo contacto con un positivo, debe ir a cinco días de cuarentena e incorporarse a su trabajo una vez se le haya hecho la prueba, “pero a nosotros nos están diciendo que nos reincorporemos sin hacernos la prueba”, dijeron.
La directriz que han dado a sus compañeros es que se sigan presentando a sus turnos, insistió una doctora, con lo que exponen al resto del personal médico.
Riesgo a sus familias
Lo que les preocupa a los médicos y enfermeras es que, ante la falta de la prueba y sin guardar cuarentena, están poniendo en riesgo a su familia. “Yo necesito saber cómo estoy porque estoy llegando donde mi familia. Uno piensa en su familia, la estamos condenando, esto es lo que nos mata e indigna”, lamentó un médico especialista.
Del equipo médico al que no se le quiere pasar la prueba, algunos de ellos han decidido trasladarse a un hotel que ha alquilado el Gobierno para no continuar exponiendo a su grupo familiar.