El deepfake es una tecnología basada en la inteligencia artificial que permite colocar el rostro de una persona en el cuerpo de otra para generar videos que, a simple vista, parecen innegablemente reales.
Entre los ejemplos destacados del uso de esta técnica se encuentran dos escenas de la película Rogue One: una historia de Star Wars (2016) en las que la Princesa Leia aparece con la cara de Carrie Fisher cuando era joven, pero en realidad fue interpretada por la actriz noruega Ingvild Deila.
Luis Lubeck, investigador de seguridad informática para la firma ESET Latinoamérica, explica que esta tecnología podría verse como la evolución de una foto alterada, es decir son videos creados mediante técnicas de inteligencia artificial y machine learning -aprendizaje de máquinas-.
“Se emplea material real de una persona como fotografías o videos para crear un audiovisual falso en el que podría aparecer diciendo algo totalmente inventado”, explica Lubeck.
Los videos deepfake se han utilizado con fines políticos y también como venganza personal. Sin embargo, también se abren camino en el escabroso mundo del chantaje y el fraude, según un reporte de Kaspersky, una empresa dedicada a la seguridad cibernética.
El experto en seguridad informática dice que esta tecnología también se puede emplear en la falsificación de voz, y cita un ejemplo de una empresa británica que fue estafada con este modo operativo.
“El CEO de una compañía del Reino Unido recibió una llamada en la que una persona se hizo pasar por el dueño de la empresa y le pidió transferir un monto equivalente a US$243 mil de forma urgente a un “proveedor húngaro”. La persona accedió y de esta forma fue engañado por un deepfake”, cuenta Lubeck.
“Los autores de deepfake también pueden chantajear a presidentes de empresas amenazándolos con publicar un video que puede perjudicarlos, a menos que les envíen un pago. De hecho, ya se han utilizado videos pornográficos elaborados con esta tecnología para amenazar a periodistas y reporteras, como Rana Ayyub en la India, que denuncia los abusos de poder”, se indica en el informe de Kaspersky. A medida que la tecnología se vuelve menos costosa, cabe esperar que surjan nuevos usos de deepfake para el fraude.
Casos mediáticos
Según expertos en seguridad informática de Kaspersy, es fácil encontrar ejemplos de deepfake de gran repercusión mediática como el video publicado por el actor Jordan Peele en el que utilizó un metraje real de Barack Obama e imitó su voz para lanzar una advertencia sobre los videos falsos.
También se menciona el video del director ejecutivo de Facebook, Mark Zuckerberg, en el que supuestamente habla sobre cómo la red social “controla el futuro” mediante datos robados a los usuarios.
En la política también existen ejemplos del empleo de esta tecnología, con la que se crean audiovisuales que aunque no estén tan bien logrados, pueden tener un impacto notable.
El informe cita un video de Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, donde aparece supuestamente ebria.
“El audiovisual registró millones de visualizaciones en YouTube, pero no era más que una falsificación realizada mediante la ralentización de un video de manera artificial para dar la impresión de que hablaba con dificultad. Además, muchas mujeres célebres se han visto “protagonizando” videos que fueron creados al poner su rostro en películas para adultos.
¿Cómo identificar un video falso?
De acuerdo con Lubeck, hay ciertos aspectos que pueden ser distintivos, por ejemplo, la sombra en los videos, o la falta de definición en el movimiento de labios y lengua al hablar, así como la velocidad de pestañeo.
“Otro punto a tener en cuenta es que hasta el momento, los videos deepfake son relativamente cortos por la capacidad de procesamiento y tiempo que se necesita para crearlos, por lo que un video largo podría ser indicio de que es real, aunque bien podría tener falsificada una porción”, expresa el especialista en ciberseguridad.
Lubeck manifiesta que los consejos para identificar estos materiales son los mismos que para la información falsa, es decir, se debe analizar sobre todo la fuente del video y sospechar del material de una persona famosa si no está publicado en su sitio o perfil oficial.
- Movimientos bruscos
- Cambios de iluminación de un fotograma al siguiente
- Cambios en el tono de la piel
- Falta de sincronía de los labios con el habla
- Artefactos digitales en la imagen
¿A dónde va esta tecnología?
El deepfake evoluciona rápidamente, hace dos años era realmente sencillo identificar los videos falsos por la brusquedad del movimiento y el hecho de que la persona falsificada nunca parpadeaba. Pero la última generación de videos falsos ha evolucionado y se ha adaptado.
Además, la cantidad de videos podría incrementarse de forma acelerada debido a que actualmente solo toma uno o dos días crear un nuevo deepfake.
Fuente: Prensa Libre