El sábado 22 de agosto, Honduras inició la primera fase de reapertura de su actividad turística, tras cinco meses de paralización por la pandemia de COVID-19. Hoteles, parques nacionales, reservas naturales, rentadoras y agencias de viajes fueron habilitados a operar exclusivamente con pasajeros que posean un “salvoconducto”, que puede ser un contrato de viaje con cualquiera de estos actores y servirá exclusivamente para ir y regresar de un destino con fines turísticos.
Bajo estrictos protocolos, Honduras inició este sábado 22 de agosto una reapertura gradual del turismo, paralizado totalmente desde marzo, a raíz del cierre de fronteras por la pandemia de la COVID-19, que a la fecha registra en el país más de 53.000 contagios y 1.632 fallecidos.
De este modo, hoteles, parques nacionales, reservas naturales, arrendadoras de vehículos y agencias de viaje quedaron autorizadas a operar durante la primera fase de reactivación del turismo hondureño, según lo anunció la secretaria de Turismo, Nicole Marrder.
Esas empresas volverán a recibir visitantes nacionales y extranjeros después de más de cinco meses de cierre del sector turístico, que representa el 6,5% del Producto Interno Bruto (PIB) del país y más de 250.000 empleos directos.
“El Turismo es una de las más importantes actividades económicas del país, de la cual dependen más de 250.000 empleos directos e igual número de manera indirecta, y es uno de los más afectados por la actual crisis sanitaria mundial”, subrayó Marrder.
Más del 90% de las compañías de turismo en Honduras son micro, pequeñas y medianas empresas; el 87,8% son de capital nacional; y más del 50% tienen hasta 10 empleados, según cifras de la Cámara Nacional de Turismo.
En ese sentido, Marrder agregó: “La reservación de hotel o paquete turístico, el boleto de transporte aéreo, terrestre o marítimo, así como el contrato de arrendamiento de vehículo, servirá como ‘Salvoconducto Turístico’ para el desplazamiento y movilización de las personas con fines turísticos en las fechas establecidas en la reservación, boleto o contrato de arrendamiento”.
Fuente: Edición Latam