El Gobierno de Daniel Ortega propone una reforma penal que castigaría con cadena perpetua a quienes cometan «crímenes de odio» en Nicaragua, en respuesta al informe de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, que denuncia falta de voluntad del Gobierno para resolver los problemas ocasionados por la crisis sociopolítica. Alexandra Salazar, miembro de la Unidad de Defensa Jurídica, señaló que dichas reformas seguirían el modelo de Venezuela para perseguir a los opositores.
Fuente: CNN EN ESPAÑOL
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