Doña Yojana Suárez, vive un sueño desde hace siete años en el mercado Periférico. Antes que la Corporación Municipal de Mercados de Managua (Commema) le concediera el permiso de vender en uno de los pasillos, estuvo por muchos años vendiendo ambulante en los alrededores del centro de compras.
“Venía desde temprano con un carretón lleno de verduras y frutas, mi secreto para obtener el éxito ha sido la comunicación con Dios, yo con mucha paciencia encomendaba mi negocio a Dios cada mañana y siempre vendía todo, no me puedo quejar, he sido afortunada, después se me dio la oportunidad de estar en este lugar, y es algo que valoro”, dice.
La marchante de 47 años, que vendió un tiempo en el mercado Oriental, pero se marchó por el alto costo del canon de arriendo, cuenta que las autoridades del mercadito le permitieron vender dentro del pequeño centro de compras porque notaron su compromiso, entrega y dedicación al trabajo.
“La amabilidad siempre me ha caracterizado, quien desea ser comerciante tiene que saber que los problemas se dejan en casa, nuestros clientes deben de percibir en nosotros el positivismo, aunque el día vaya mal, hay que sonreír”, señala la vendedora.
Un ejemplo
Doña Yojana asegura ser un ejemplo para el resto de colegas, es una de las que más insiste en mejorar las condiciones del mercadito.
“Soy activa porque no me gusta andarme quejando por todo y no hacer algo al respecto. Allá afuera muchos dicen que al Periférico no entra mucha clientela, y yo no puedo secundar eso, nuestros clientes que son pobladores de barrios aledaños nos son fieles, mientras les demos buenos precios y la mercadería sea fresca, los vamos a tener al día”, alega.
La comerciante manifiesta que antes que ella llegara al mercadito no había bujías en los pasillos, pero ella gestionó para que esa realidad cambiara y el centro de compras fuera más atractivo para los compradores.
“Ahora la mayoría de comerciantes tenemos nuestras bujías ahorrativas, son pequeños esfuerzos que uno debe de hacer en su centro de labores si quiere prosperar, de nada sirve quejarnos, hay que aportar al cambio, pese a la crisis que enfrenta el país, Dios nos bendice, y siempre nos da el pan de cada día, por eso siempre daré las gracias, estoy viviendo un sueño”, finaliza la vendedora.
FUENTE: Hoy!