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Daniel Ortega se queda solo en su represión

LA HABANA (CUBA) 14/12/2014.- Los presidentes de Nicaragua, Daniel Ortega de Venezuela, Nicolas Maduro de Cuba, Raul Castro y de Bolivia, Evo Morales (2d); y el primer ministro de Granada Keith Claudius Mitchell (d), bromean luego de posar para la foto ofiicial de la XIII Cumbre de la Alianza para los Pueblos (ALBA) hoy, 14 de diciembre de 2014, en La Habana (Cuba). EFE/Alejandro Ernesto

Mayoría de jefes de estado callan ante las sanciones de EE.UU. Solo sus aliados de siempre, Cuba, Venezuela y Bolivia se solidarizan con régimen

Solo sus aliados de Cuba, Venezuela y Bolivia expresaron su respaldo al régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo ante las duras sanciones impuestas esta semana por el Gobierno de Estados Unidos, mientras la mayoría de la comunidad internacional ha incrementado su crítica, lo que acentúa el aislamiento de la dictadura.

La mayoría de gobiernos que integran la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba), del que Nicaragua es miembro, han callado ante el aumento de la presión de Estados Unidos contra la dictadura orteguista por la violación de derechos humanos a la población que, desde abril, exige la renuncia de los dictadores.

Los países del Triángulo del Norte de Centroamérica —El Salvador, Honduras y Guatemala—, que se han abstenido de apoyar las resoluciones condenatorias contra Ortega en la Organización de Estados Americanos (OEA), también prefieren guardar silencio.

José Dávila, exembajador de Nicaragua en Alemania, interpreta ese silencio como que los gobiernos no quieren ganarse una pelea con el gobernante estadounidense Donald Trump, cuando existe una tensión por las caravanas de migrantes de Centroamérica que han sido noticia por su viaje a EE.UU.

“Prefieren callar y dejar solo a Ortega porque saben que tiene la culpa de la represión desproporcionada, continuada y altamente dañina al país. Solo pueden salir en defensa los (gobiernos) muy identificados ideológicamente, e inclusive lo hacen como solidaridad ciega a un régimen que está más aislado que nunca”, opinó Dávila.

Trump firmó una orden ejecutiva que considera al régimen de Ortega “una amenaza para la seguridad nacional” de EE.UU. Además, el Departamento del Tesoro sancionó a Murillo y al asesor de seguridad Néstor Moncada Lau por abusos a derechos humanos y corrupción. En otro golpe al régimen, el Senado estadounidense aprobó la Nica Act que busca bloquear el financiamiento externo a la dictadura orteguista.

Los tres de siempre

Bolivia, Venezuela y Cuba son los que respaldan a Ortega y Murillo. Evo Morales, presidente de Bolivia, a través de Twitter dijo que “EE.UU. insiste en sus ataques contra Nicaragua”. “No tiene moral para hablar de derechos humanos”, dijo.

La Cancillería de Venezuela en comunicado calificó de “medidas coercitivas” las de EE.UU.

La dictadura de Maduro también es considerada por Estados Unidos como una amenaza a su seguridad nacional, y la esposa del presidente, Cilia Flores también está sancionada señalada por corrupción.

Pero más allá de Venezuela y Bolivia, el resto de los miembros del Alba guardan silencio ante la escalada de la presión del gobierno estadounidense hacia la pareja de dictadores nicaragüenses, Ortega y Murillo.

El sociólogo Óscar René Vargas aseguró que esto significa un mayor aislamiento de la comunidad internacional al régimen de Ortega-Murillo, y la lectura que tiene de que ni siquiera los gobiernos que se han abstenido de votar en contra de las resoluciones de condenatoria cuando la crisis sociopolítica en Nicaragua se ha abordado en la Organización de Estados Americanos (OEA), no se pronuncian ahora en las sanciones estadounidenses significa que no están dispuestos a arriesgar su relación con Trump por el gobierno de Ortega.

Solidaridad de Cuba

Cuba rechazó las sanciones de EE.UU. contra la vicedictadora Rosario Murillo. “Cuba se opone rotundamente a la aplicación de medidas coercitivas unilaterales y expresa una vez más su invariable solidaridad y amistad con el pueblo nicaragüense y sus líderes” Ortega y Murillo, declaró el vicecanciller cubano Rogelio Sierra. “Estas acciones del gobierno estadounidense expresan su tradicional política injerencista e intervencionista en la región”, dijo Sierra.

El efecto en la región

El exembajador José Dávila y el sociólogo Óscar René Vargas refieren que el régimen orteguista enfrenta un mayor aislamiento de la comunidad internacional. Y creen posible que los gobiernos que se han abstenido de votar a favor de las resoluciones condenatorias cuando se ha abordado la crisis de Nicaragua en la OEA, podrían cambiar su postura.

“Principalmente los del Triángulo del Norte (Honduras, Guatemala y El Salvador) tienen que evaluar las repercusiones que pueda tener en sus respectivos países. Posiblemente tengan que evaluar su voto en la próxima reunión de la OEA en relación con la aplicación de la Carta Democrática al gobierno Ortega-Murillo”, dijo Vargas.

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