Las autoridades del Ministerio de Hacienda y el Banco Central consideraron “inaceptables” los argumentos que dio la firma calificadora de riesgo Moody’s para hacer una rebaja de la calificación de Costa Rica y la asignación de una perspectiva negativa.
“La única manera de entenderlo es que el análisis de esta calificación es que se hizo antes de la histórica decisión de la Sala Constitucional y la aprobación en segundo debate de la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas”, dijo la ministra de Hacienda, Rocío Aguilar, en conferencia de prensa.
Para la funcionaria, no resultan aceptables las dudas de la calificadora respecto a los compromisos que tiene el Ejecutivo de ir hacia una ruta de consolidación fiscal.
“Esta reforma le otorga al gobierno las herramientas necesarias para luchar contra la reforma fiscal y la calificadora no toma en cuenta la posibilidad de recurrir a nuevo endeudamiento externo. Este endeudamiento servirá para mejorar plazos e intereses y disminuir la presión sobre las tasas de interés internas”, agregó Aguilar.
La ministra explicó que la deuda emitida por Costa Rica ya ha tenido buena acogida de parte de los mercados internacionales y esto se mantendrá una vez que se logre emitir nueva deuda externa.
“El análisis de Moody’s tampoco toma en cuenta la posición de los organismos internacionales, en especial el BID y el Banco Mundial, ofrecieron mejorar las condiciones de la deuda, una vez que se aprobara la reforma”, añadió.
La titular de Hacienda estimó que las necesidades del 2019 serán menores que las del 2018, pues es una economía que ya “se quitó el fantasma de una posible crisis”.
“Argumentos son inconsistentes”
Para el presidente del Banco Central, Rodrigo Cubero, los argumentos que esgrimió Moody’s para justificar el rebajo de la nota de B1 a Ba2, son “inconsistentes y carentes de justificación”.
El jerarca alegó que la decisión es inconsistente con la calificación que ya habían dado en el pasado y con los eventos recientes que se han dado en el país.
“El análisis de las calificadoras debe ser prospectivo, es decir, que se analice si la economía del país se comportará mejor o peor. Por eso la lectura que hace es equivocada. Hicieron mal el trabajo”, indicó.
Cubero defendió que tras la vigencia de la nueva Ley 9635, el desempeño económico del 2019 se ve mejor de lo que se veía hace un mes.
“También será mejor que el desempeño que tuvo la economía en el 2018, un año en el que ha pesado la incertidumbre sobre las finanzas públicas (…) Frente a la incertidumbre que impactó algunos mercados, entre ellos el cambiario, ahora hay confianza”, dijo.
La consideración de que el ajuste fiscal no va ser fuerte, añadió Cubero, no es consistente con la idea de que habrá un menor crecimiento.
“Sus números no cierran. Los números sobre los que se basan son erróneos. Las necesidades de financiamiento interno van a caer, en relación a lo había en el 2018. Ahora hay un proyecto que permitiría captar recursos en el extranjero mediante eurobonos”, concluyó.
Por su parte, Edna Camacho, ministra coordinadora del Sector Económico, dijo que la calificación dada no corresponde con los hechos recientes.
“Pareciera que esta calificación y esta valoración se hizo en otro momento, no hoy cuando lo que ha sucedido son logros: una reforma fiscal integral que da herramientas para que se pueda hacer la reducción del déficit. El ajuste fiscal se va a poder hacer, porque las herramientas están ahí”, comentó.
Como ejemplo, Camacho explicó que las calificadoras siempre se han dicho que una debilidad del país es la poca posibilidad de llegar a acuerdos políticos para acuerdos fiscales. Esto contrasta con las decisiones de los últimos meses, en los que el país ha mostrado lo contrario.
Las autoridades esperan que las otras calificadoras sean más profundas en su análisis y tomen en cuenta los avances del país para ordenar las finanzas públicas.