Los analistas políticos Enrique Sáenz, Eliseo Núñez y Francisco Aguirre Sacasa coinciden en que los dictadores Daniel Ortega y Rosario Murillo cederán en una negociación solo mediante presiones y sanciones internacionales y nacionales.
“La determinación de Ortega es mantenerse en el poder, cueste lo que cueste, para el 2021 y más allá”, advierte Sáenz.
El analista señala que el proceso de diálogo no es la mejor manera de encontrar respuesta a la crisis de la nación.
“La mesa de negociación es un campo de batalla, no un espacio civilizado para encontrar soluciones para el país. La mesa de negociación es un recurso para distraer, confundir y contener las sanciones”, sostiene el también opositor al régimen.
“Ortega aceptó sentarse cuando percibió que la caída de Maduro era inminente y sintió la amenaza de que después seguía su régimen. Pero Maduro se ha mantenido contra viento y marea, a pesar de que más de cincuenta países reconocen la presidencia de Guaidó. Ortega leyó ese libreto y se percató de los límites de la comunidad internacional. Conforme su habitual falta de escrúpulos, actuó en consecuencia y endureció sus posiciones”, advierte Sáenz.
Eso explica, según el analista, “no solo que haya incumplido los compromisos y se niegue a hacer concesiones en los temas sustanciales. También explica que sus últimas propuestas sean una burla a sus interlocutores. Porque es una burla proponer a la Procuraduría de Derechos Humanos como garante y asignarle un papel a la Policía en prosecución de la justicia”, asegura Sáenz.
En ese sentido, para Sáenz, la pareja presidencial solo entiende bajo presiones nacionales e internacionales. “En estas condiciones la única posibilidad de que Ortega retome con seriedad las negociaciones es cuando vuelva a sentir el agua hasta el cuello, esto es la amenaza inminente de sanciones y la intensificación de las presiones internas”, apuesta Sáenz.
Sanciones parte del ajedrez político
El también analista político Francisco Aguirre Sacasa cree que las sanciones internacionales obligarán a Ortega y Murillo a ceder a la búsqueda de una solución.
“La respuesta convencional es que está en manos de El Carmen. Sin embargo, ni Daniel ni doña Rosario pondrán fin a esta crisis por su propia voluntad. Solo lo harán si presiones, tanto nacionales como internacionales, los llevasen a la conclusión que no tienen más remedio que acceder a las demandas externas e internas para bien de ellos y su familia”, indica Aguirre Sacasa.
Las demandas planteadas a Ortega para la democratización del país, según Aguirre, solamente se podrán lograr mediante presiones extranjeras y asegura que el actor importante para esto son los Estados Unidos.
“Las sanciones externas son importantísimas en el ajedrez geopolítico que se está jugando en Nicaragua. Solo a través de estas presiones podrá la pareja Ortega-Murillo aceptar adelantar elecciones y democratizar Nicaragua. En este sentido, el actor internacional más importante es Estados Unidos. Es nuestro socio comercial más importante, y por mucho. Y es la potencia hegemónica en nuestro hemisferio y ha sido el actor extranjero con más incidencia en nuestro país desde mediados del siglo XIX. Por eso digo que Estados Unidos es, de hecho, el garante de este ejercicio”, afirma Aguirre Sacasa.
Presiones internas
“Los grandes jugadores internos son los empresarios y el pueblo de Nicaragua. Este último, considerado apático hasta comienzos de 2018, se despertó el 19 de abril con un patriotismo y energía extraordinarios. Y aunque ahora está observando una suerte de período de reflexión colectivo, en cualquier momento puede estallar de nuevo. Su arma más poderosa es que en él reposa la verdadera legitimidad de cualquier gobierno”, reflexionó Aguirre Sacasa.
Ortega actúa al paso de Maduro
El político opositor Eliseo Núñez manifestó que Daniel Ortega aceptó negociar con la oposición porque veía cerca la caída del régimen de Nicolás Maduro en Venezuela, pero como eso no ha pasado, también está tratando de retrasar su salida del poder, pues su único fin es mantenerse en el poder cueste lo que cueste, incluso hasta después de 2021.
“(Ortega) quería tener un arreglo antes de que Maduro cayera, para que le permitiera arreglarse en mejores condiciones que si se arreglaba una vez colapsado Maduro”, dijo Núñez.
El político opositor también opinó que Ortega no tiene conciencia de la dimensión de las sanciones, porque para él lo único importante es mantener en el poder.
“Ortega no resiste ni siquiera un año de sanciones. Lo que pasa es que Ortega está demostrando que tiene muy poco análisis estratégico y que lo único que está haciendo es tratando de sostenerse día a día, mes a mes en el poder. Es decir, él en el camino va a matar, echar preso, confiscar, etc., porque lo que está haciendo es posponiendo su caída”, dijo Núñez.
Fuente: LA PRENSA